Salir de la depresión, el primer paso.
Tu situación no es única. Tu depresión no es la peor, aunque sea lo que esta egocéntrica enfermedad te grite a cada momento. Hay alguien por ahí igual o peor que tú, luchando contra ella y venciéndola.
Leyendo “La semana laboral de 4 horas” de
Timothy Ferriss, me encontré con la siguiente pregunta:
¿Con qué te levantarías ilusionado cada
mañana para vivir un nuevo día?
- Un lugar que visitar
- Una cosa que hacer antes de morirnos (un recuerdo para toda la vida)
- Una cosa que hacer todos los días
- Una cosa que hacer todas las semanas
- Algo que siempre hayamos querido aprender
Parece que
no ayuda mucho a las personas con depresión,
claro… Tim Ferriss no escribió un libro con la finalidad de ayudarnos a salir
de los episodios depresivos, hizo un manual para ayudarnos a liberarnos de la
esclavitud laboral (¡Ojo! Todavía no he aplicado sus técnicas, pero hasta
ahora, el libro me gusta mucho). Pensando en la pregunta, recordé las cosas que
me han ayudado a LEVANTARME, si, literalmente levantarme de la depresión
y es entonces cuando le encuentro la relación.
Yo
encuentro muchas ayudas para los que vivimos con el fantasma de la enfermedad de la depresión
rondándonos, en esta pregunta y en las propuestas de Tim Ferriss. Te voy a explicar
cómo pienso que nos ayuda:
Photo by Vladislav Muslakov |
Como sé
hacia dónde se dirigen tus pensamientos: hacia ese lugar sin luz, sin puertas,
sin ventanas, en el que tu dolor camina a ciegas, hiriéndote, sin poder
escapar, deseando desesperadamente el final; te propongo que hagas una cosa sin
pensar: acaríciate suavemente la cara varias veces; cierra tus ojos y
concéntrate en sentir tus propias caricias. Hazlo mientras no te sea
desagradable, cuando lo consideres (cuando te dé la gana), continúa leyendo.
¿Te hizo
sentir mejor?, estoy segura de que experimentaste, después de mucho tiempo, el
contacto humano amoroso, el tuyo. Las personas deprimidas, generalmente,
estamos llenas de amor, llenísimas, y eso es algo bueno dentro de esta infame
enfermedad.
Cuando yo
hice esto, que descubrí por casualidad, pues ningún médico me lo indicó (5
terapeutas, entre psicólogos y psiquiatras, cuento en mi haber); me sorprendí y
lloré, pero me di cuenta de que lloraba diferente a los otros días. Un par de
lágrimas recorrieron mi mejilla sin el dolor profundo tan característico del llanto
de la depresión. Algo me decía que no era triste, que no era desagradable; y si
no era triste ni desagradable, estaba bien; era un pequeño bálsamo a mi dolor.
Como sabes
no soy especialista, ni pretendo sustituir a un psicólogo o psiquiatra; tu norte
debe ser llegar a encontrar a uno que te ayude. En una depresión mayor es indispensable encontrar un buen terapeuta y
probablemente recibir medicación apropiada; pero todas estas cosas que te digo,
las digo desde quien ha vivido el dolor de pensar que es imposible salir del
abismo de la depresión. No sé si te puedo ayudar, pero estoy segura de que te
puedo entender perfectamente.
Un lugar que visitar o cómo activarse.
Para
comenzar a salir de una depresión, la
clave está en activarse, ponerse en movimiento, hasta recuperar
la ilusión por aquellas cosas que nos inundaban de brillo los ojos y nos
colmaban el pecho de algo más que aire puro; y no pretendo hacerte un discurso
barato de “haz un esfuerzo…, la vida es hermosa..., tu puedes…”; NOOOOOOO, yo
estoy absolutamente consciente de lo difícil que es encontrar ILUSIÓN dentro de la DEPRESIÓN; esa
ilusión que define la RAE en su segunda acepción como: “esperanza cuyo cumplimiento pareceespecialmente atractivo” .
Lo primero
que debemos tener en cuenta es que no somos
iguales y la enfermedad, si bien tiene síntomas que compartimos, ha llegado
a nosotros de formas y tiempos diferentes; esto quiere decir, que la forma de
deshacernos de ella también será muy particular; así que no te agobies y ten
paciencia. Busca ayuda profesional,
cuanto antes, mejor. Psicólogos y psiquiatras son los únicos capacitados para
diagnosticarte correctamente y encontrar el camino adecuado para curarte. En el
siguiente post
comentaré mi opinión y experiencia acerca del tratamiento terapéutico de la
depresión.
Recapitulemos
para activarnos, porque el primer paso
lo tienes que dar tú, aunque sea en “automático”, hasta llegar a la ayuda
profesional… Quizás podemos comenzar simplemente con un paseo al baño y una
larga ducha de agua caliente (o tibia, si te gusta más). ¡Hasta que te gastes
el agua caliente de la caldera! Lávate el cabello, trata de disfrutar ese
pequeño placer. Sécate el pelo, ponte crema en el cuerpo (maquíllate un poco o
aféitate, según aplique…) y luego haz lo que quieras (por ejemplo, continuar
con el siguiente propósito).
Como sé
que vas a seguir leyendo, te voy a dejar un link del blog de psicología Superar
la Depresión, donde encontrarás un “método para activarte”. Haz el ejercicio,
aunque te parezca fantasioso, tedioso o ridículo, recuerda que te están
llevando a imaginarte SIN DEPRESIÓN,
pues te plantean una lista de 100 actividades para que escojas y puntúes
aquellas que realizabas ANTES DE ESTAR DEPRIMIDO. Este ejercicio, te hará
recordar aquellas cosas que te hacían sentir bien y eso te llevará hacia esa sensación
a medida que recorres la lista.
Comodín. Llamar a un amigo en un minisubidón.
En los
episodios depresivos, existen también pequeños momentos donde recuperamos algo
de normalidad emocional, momentos breves donde tenemos la capacidad de pedir
auxilio. Sería genial si en uno de esos momentos pudieses utilizar el “Comodín:
llamar a un amigo”, la mayoría de las veces resulta; nos sostiene mientras
caminamos y tropezamos hacia la salida y hacia la ayuda médica, aplacando nuestros temores y ofreciéndonos su apoyo.
Casi todos
tenemos a alguien incondicional: un amigo, un primo, hermano o nuestra
madre.
Recorre tu lista de íntimos, que seguramente no es muy larga, y decídete a
llamarle. Si te conoce bien no habrá problema, le puedes decir sin muchos
rodeos (esto es importante, porque si te vas por las ramas esconderás el
propósito de la llamada de auxilio): “Hola, te llamo (hablo contigo) con la
esperanza de contar con tu ayuda, necesito con urgencia que me dediques unas
horas de tu tiempo cuanto antes y salgamos a dar un paseo o a tomarnos un café
(o lo que se te ocurra corto y conciso), ¿cuándo podemos vernos?, ¿esta tarde?
(propón fecha y hora)”.
Photo by Annie Spratt |
No tienes
porqué dar muchas explicaciones, si te las piden e insisten, puedes decir que
has pedido ayuda incondicional
con la esperanza de que no te pidan muchas explicaciones, pero te ofreces a
darlas en cuanto te sientas capaz. Diles que necesitas ayuda, comprensión, compañía
y mucha paciencia, pero sobre todo no ser juzgado si no puedes o no te sientes
capaz de hablar de lo que te sucede.
Distráete
y hagan algo placentero, como ir al cine, al teatro o algo que no te sea
difícil hacer la primera salida en depresión; tomar un café, dar una caminata…
Si te
sientes cómodo hablando de lo que te sucede, en esa primera salida con una
persona amiga, debes estar preparado para que te presione con frases como:
“tienes que hacer un esfuerzo”, “si quieres, tu puedes salir de eso”, “con
todas las cosas buenas que tienes, no puedes estar así de triste”, “piensa en
tus hijos”… Si esto ocurre, sólo hay una opción: repítele con seguridad: “estoy
enfermo, no tienes idea de lo que me pasa y NO QUIERO SEGUIR HABLANDO DE ESTO”.
Cambio de 180 grados en la conversación y no toques más el tema, esa persona
necesita tanto tiempo para comprender la depresión, como tú para salir de ella,
no vale la pena intentarlo. SÁLTATE ESTE PASO Y BUSCA AYUDA PROFESIONAL DIRECTAMENTE. El salir de tu casa debe haberte
dado algo de fuerza para lograrlo.
Buscar ayuda.
Llegar a
este punto es tan fácil como los demás, puede ser un arrebato o puede tomar
semanas de hundimiento emocional y deterioro, por eso te aconsejo lo primero,
hazlo sin pensar; coge el teléfono y pide
cita en tu centro de salud, con tu internista o con el psicólogo que te
hayan recomendado; da igual, probablemente pasará un tiempo hasta
encontrar la terapia que mejor te acomode, no te desanimes, espero explicártelo
bien en el siguiente post.
Verás que
insisto hasta la saciedad en buscar ayuda médica, esto es porque la depresión
es una enfermedad que debe tomarse con mucha seriedad, tanto como el cáncer, el
lupus, las cardiopatías o cualquier otra que puedan derivar en la muerte. Puede
llegar a ser muy dolorosa para quien la sufre y para los que rodean a quien la
sufre. ¿Tratarías de curarte tu solo de alguna de estas enfermedades? ¡No! Irías al médico inmediatamente. Pues la depresión amerita la misma consideración de enfermedad.
Te recomiendo leer mi post anterior, allí encontrarás algunos
elementos que te ayudarán a reconocer si tienes depresión; también te
recomiendo hacer el siguiente test, ambos sin valor diagnóstico, porque
sólo un especialista puede diagnosticarla y tratarla.
Sigamos recorriendo el camino, no dudes en escribirme si lo necesitas.
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Photo by Greg Duprat |
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